miércoles, 2 de diciembre de 2009



¿Cómo superar el alcoholismo?

El alcoholismo constituye una de las adicciones más difíciles de superar, tanto por los problemas físicos y psíquicos que crea como por la tendencia que tienen las personas alcohólicas a pensar que para ellos no constituye en realidad ningún problema, que ellos no se encuentran " enganchados " en la bebida y que pueden dejarlo cuando quieran.

La primera obligación de las familias será la de concienciar a la persona bebedora de su problema, de la necesidad que esta abandone el hábito de beber para que pueda recuperar la salud, tanto física como mental. Para ello no sirven las amenazas y las coacciones. Hay que razonar con el paciente, hacerle entender por las buenas de la necesidad de dejar su adicción. El bebedor tiene que reconocer que es un adicto a la bebida y debe tener ganas e intenciones de rehabilitarse.

Reconocida esta necesidad, se debe iniciar el proceso de desintoxicación. Durante este periodo, que suele durar desde cuatro días a una semana, el paciente es sometido a tratamiento y vigilancia por parte del médico. Se le suministran los medicamentos adecuados para aliviar los síntomas de abstinencia, especialmente tranquilizantes, y se controlan las reacciones del organismo para evitar posibles problemas de salud, especialmente en lo que se refiere a la posible aparición del " Delirium tremens ", así como la presión arterial, estudio de la sangre, etc.

Superada esta fase se sigue con la fase de rehabilitación. Esta consiste en proporcionar las herramientas necesarias para que el alcohólico no vuelva a caer en la bebida. Se hace bajo supervisión médica, que puede proporcionar ciertos medicamentos que disminuyan la necesidad de ingerir alcohol, y psicológica. Se pone mucho mucho hincapié en documentar al enfermo sobre este tipo de adicción, se le somete a sesiones de terapia, normalmente con otros exalcohólicos que describen sus experiencias y les animan a continuar en su rehabilitación, haciéndoles ver que esto es posible, tal como ellos lo hicieron.

La participación en grupos de ayuda se hace prácticamente necesaria para conseguir rehabilitarse. Es importante que los alcohólicos dispongan de un lugar a donde dirigirse y donde puedan orientarle cuando le surja la tentación de volver a beber. Alcohólicos Anónimos es una asociación que puede ayudar mucho sobre este tema.

Problemas psíquicos y sociales del alcoholismo.

Psíquicamente la persona alcohólica sufre mucho las consecuencias del alcohol. Tiende a convertirse en un una persona solitaria a la que no le gusta que le repriman su conducta. Cada vez se aísla más y entra en una fase de depresión permanente. Muchas veces la única solución que ve adecuada es el suicido. Es desconfiado, muchas veces porque no se acuerda de lo que hizo, lo que le dijeron o hicieron los demás. Puede aparecer demencia, ansiedad y episodios habituales de psicosis con juicios poco racionales sobre la realidad, pensamiento obsesivo con posibilidad de delirios y alucinaciones.

Además de causar numerosos daños físicos y psíquicos en la persona alcohólica, el alcoholismo constituye un problema de tipo social . El alcohólico es una persona que no rinde en el trabajo por lo que acaba perdiéndolo y pasa a formar parte del numeroso grupo de vagabundos alcohólicos anónimos, desgraciadamente, sin hogar ni empleo. Es especialmente rechazado por los demás por resultar molesto y descuidado en su aseo e higiene personal y no mostrar un diálogo coherente ni razonable. Muchos alcohólicos acaban delinquiendo y terminan en la cárcel. En caso de personas más jóvenes deja de atender a sus estudios o acaba siendo expulsado del centro.

La persona alcohólica tiene también mala relación con su familia. Abandona las obligaciones de la casa. Suele ser agresivo con los parientes o familiares. Además de desconfiado, suele ser muy celoso con su pareja y violento con sus propios hijos de los cuales se desentiende . ( Muchos de los casos de muertes por violencia de género tan habituales en la sociedad actual se suelen producir bajo los efectos del alcohol) El alcoholismo constituye uno de los principales motivos de ruptura entre las parejas.

Finalmente cabe mencionar también el problema que el alcohol constituye para la circulación. Muchos de los accidentes en carretera son producidos en estado de embriaguez etílica o con niveles de alcohol demasiado elevados en la sangre. Esto es tristemente cierto durante los fines de semana cuando muchos jóvenes tienen accidentes de tráfico, después de haber estado bebiendo en la discoteca durante toda la noche. Se piensa que hasta un 50 % de los accidentes responden a este problema.

Problemas físicos del alcoholismo.

Sin llegar a una situación tan fatal como el " Delirium tremens ", el alcoholismo puede producir una serie de enfermedades o trastornos en el organismo. Entre todas mencionaremos las siguientes:

- Daños en el hígado: El hígado es uno de los órganos más afectados por el consumo constante de alcohol, dado que es el encargado de limpiar esta toxina de la sangre. El hígado puede resultar afectado después de muchos años de beber y producirse una enfermedad alcohólica hepática, cuyos daños pueden variar desde una inflamación hasta una enfermedad mucho más grave llamada cirrosis hepática. Las células del hígado se mueren y, en su lugar son sustituidas por células fibrosas que no ejercen su función pertinente, por lo que el hígado no funciona bien. La solución obligatoria consiste en abandonar el alcohol y tratar al enfermo para que las células sanas puedan seguir trabajando con normalidad. El alcohol, junto con la hepatitis B, son los principales causantes de producir daños severos al hígado.

- Daños en el páncreas: Las principales inflamaciones del páncreas, además de los problemas de vesícula y de riñón, son producidas por el alcoholismo.

- Hipertensión: El alcohol aumenta la presión arterial. Un consumo de alcohol continuado puede conllevar problemas de hipertensión. Muchos médicos consideran que un poco de alcohol ayuda a mejorar la circulación y previene las enfermedades del corazón, pero el alcoholismo perjudica a este órgano y produce lesiones en él.

- Depresión: El alcohólico se aísla cada vez más del entorno social, se vuelve más solitario. Muchas veces bebe solo para no recibir las reprimendas de los demás. Poco a poco, adquiere un carácter más depresivo. El suicidio es una salida bastante habitual entre las personas alcohólicas.

- Problemas digestivos: El alcohol constituyen uno de los principales irritantes del aparato digestivo. Al atacar la mucosa digestiva, ya que incentiva la producción de ácidos, puede producir trastornos tan importantes como acidez, vómitos y, a veces, úlceras con sangrado.

- Aumento de cánceres digestivos: El alcohol ataca las mucosas digestivas y predispone a una mayor aparición de cánceres en la boca, el esófago, el estómago o el colon.

- Problemas sexuales: El alcohol no constituye un buen amigo del sexo. El alcoholismo suele producir problemas de erección en los hombres que no pueden mantener unas relaciones sexuales adecuadas y favorece la perdida de la menstruación en las mujeres.

- Daños en el feto: Las mujeres alcohólicas tienen el riesgo de sufrir el síndrome de alcohol fetal, que se caracteriza por un mal desarrollo del feto en el que el recién nacido presenta problemas de conducta y de capacidad mental. Este síndrome es uno de los causantes de la deficiencia mental.

- Daños en el sistema nervioso: El alcohol produce daños irreparables en el sistema nervioso central y periférico que se manifiestan en forma de temblores, falta de coordinación o problemas de memoria.

- Problemas alimentarios: El abuso del alcohol disminuye la absorción de muchas vitaminas y minerales , por lo que el cuerpo se resiente, se debilita y tiene más facilidad de contraer infecciones o enfermedades. Así por ejemplo es muy habitual entre los alcohólicos la presencia de bajos niveles de hierro en la sangre ( anemia megaloplástica) o una mayor fragilidad ósea u osteoporosis. También suelen presentar bajos niveles de azúcar en la sangre.

caer en el alcoholismo


La Historia de una Adolescente
Crecí siendo testigo de cómo mi padre perdía el control cada vez que se emborrachaba. Desde la escuela primaria hasta la secundaria, presencié cómo él lastimaba a mi madre cuando estaba bajo la influencia del alcohol. A partir de ahí, muchas preguntas comenzaron a inundar mi mente. Estas situaciones habían creado ira y rabia, lo cual determinó que fuera una hija rebelde.

Cuando entré a la universidad, decidí probar alcohol. Pensaba que beber me haría más valiente y fuerte como mi padre y, de esa forma, poder defender a mi madre de sus manos. Comencé con cerveza, pero gradualmente cambié a licores fuertes y diferentes clases de bebidas alcohólicas. Llegué a un punto en mi vida en el que estaba bebiendo del amanecer al anochecer. Llegó el momento en el que no podía dormir sin haber tomado alcohol. Era una alcohólica.

Por cuatro años, fui esclava de la adicción al alcohol. Traté de cegarme a los factores peligrosos que conocía sobre el alcohol. El timón de mi vida estaba fuera de control y experimentaba vergüenza, rechazo, autocompasión y una visión desesperanzada. Yo sentía que me estaba ahogando en lo más profundo del mar, al mismo tiempo que luchaba con mis propias fuerzas.

Busqué una respuesta sobre cómo detenerme, pero no pude encontrar una que sirviera. Traté de detenerme, pero el alcohol continuamente venía detrás de mí. Casi me rindo y pierdo toda esperanza. No sabía que mi madre y mi hermana mayor habían empezado a orar por mí. Mi hermana siempre me invitaba a asistir a los servicios de la iglesia y a escuchar el mensaje del pastor, pero yo siempre rechazaba sus invitaciones.

Estaba a punto de perder una de mis materias en la escuela, por lo que mi profesor me pidió que asistiera a un seminario para mejorar mi baja nota. Yo sabía que asistir al seminario era una oportunidad para pasar la clase, por lo que tomé esa opción. El seminario se llamaba “Di No a las Drogas, Alcohol, Tabaco y Sexo Prematrimonial”.

Durante la sesión, el conferencista preguntó a la audiencia: “¿Quién quiere cambiar, pero no puede hacerlo por sí mismo…” ¡Esa era yo! El conferencista continuó diciendo: “Párate y confía en el Señor con todo tu corazón y no te apoyes en tu propio entendimiento. En todos tus caminos reconócele y él enderezará tu sendero” en ese momento, me paré valientemente y recibí a Jesús en mi corazón como mi Señor y Salvador. Desde ese momento, fui capaz de resistir y decir no al alcohol y dejé de tomar completamente. Yo supe que no era por mi habilidad, sino por Dios. Por su gracia. Fui cambiada y renovada. ¡Alabado sea Dios!

Bebidas destiladas

Las bebidas destiladas son las descriptas generalmente como aguardientes y licores; sin embargo la destilación, agrupa a la mayoría de las bebidas alcohólicas que superen los 20º de carga alcohólica.

Entre ellas se encuentran bebidas de muy variadas características, y que van desde los diferentes tipos de brandy y licor, hasta los de whisky, anis, tequila, ron, vodka, cachaça y gin entre otras.

En estas bebidas los efectos aparecen antes que en las fermentadas

miércoles, 18 de noviembre de 2009

chistes

A continuacion unos CHISTES acerca del alcohol
Convivimos tan extrechamente con el alcohol que incluso se hacen chistes acerca de él.Enlace